viernes, 1 de junio de 2012

LIDERAZGO Y PARTICIPACION CON RELACION A LA PSICOLOGIA SOCIAL


                                                                               












La Participación y Liderazgo en Relación a la Psicología Social
Alexandra Solis




Universidad de Cuenca
Facultad de Psicología
Sexto de Ps. Social
Lcdo. Marco Muñoz
Cuenca Mayo 28 del 2012














RESUMEN
El presente ensayo  se va a dirigir a los conceptos tanto de liderazgo como de participación con relación a la Psicología Social, son temas fundamentales e imprescindibles, como se combina  para la correcta aplicación de esta última. Para ello se ha tomado diferentes definiciones de diferentes autores para hacer una análisis más o menos general de cómo trabajan juntas y que tanto la una como la otro se necesitan para trabajar y así obtener un buen entendimiento del proceso.

PALABRAS CLAVES: participación, liderazgo, psicología, relación, personas, influencia.
DESARROLLO

Para empezar se podría definir al liderazgo como la relación entre dos o más personas, en el cual una persona influye sobre las otras. En los grupos informales se define “liderazgo” como la influencia efectiva en controlar las acciones de otros miembros del grupo y “líder” como quien ejerce esa influencia efectiva. Para volverse líder, una persona debe aprender primero las normas del grupo y conformarse a ellas. Sus características conductuales en los líderes a diferencia de sus seguidores, es su eficiencia técnica, su capacidad de iniciar y dirigir una acción y su conciencia social.

Antiguamente se creía que el liderazgo es donde una persa impone sus condiciones sobre el resto y que sus características principales era el carisma, inteligencia, etc. pero según las investigaciones de Reicher, Platow y Haslam dicen que los líderes efectivos:
·         Entender las creencias y opiniones de sus seguidores en vez de asumir la autoridad absoluta.
·         Generar un diálogo productivo con los seguidores acerca de lo que busca el grupo.
·         Para luego actuar


Como se ha venido observando no todos los líderes son iguales por lo tanto hay diferentes tipos en los cuales esta:
Líder autocrático: aquí  la autoridad manda de acuerdo a su propia voluntad, sin considerar la de los demás,
Líder democrático: defina a la democracia como "la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y también al mejoramiento de la condición del pueblo", alientan y ayudan a tomar decisiones de grupo en  todas las actividades.
 Líder paternalista: esta clase de líderes se encarga de determinar cuáles serán los objetivos del grupo, si bien promueve la participación de este, es el propio líder quien tomará las decisiones finales. Por otro lado, pretende promover la convivencia pasiva dentro de la comunidad a la que lidera y se muestra tolerante frente a esta.
Líder liberal o laissez-faire: en este tipo de liderazgo, se delegan funciones a la propia comunidad con el objetivo de que adquiera ciertas responsabilidades y logre controlar las problemáticas que surjan. De esta manera, se promueve la libertad y creatividad en grupo mientras que el propio líder ocupa un rol de mayor pasividad, con menor control y poco compromiso.
Líder autoritario: El mando autoritario parte de la idea que él lo sabe todo mejor que sus dirigidos, y lo curioso es que cuando no sabe algo, se ve forzado a dar la imagen de enterado, presionando, gritando o imponiendo su autoridad para que los colaboradores no tengan oportunidad de poner tela de juicio sus conocimientos.
Las características efectivas del liderazgo dependen entonces del contexto. Incluso, aspectos tan tradicionalmente valorados como la inteligencia pueden en ciertas condiciones resultar contraproducentes cuando la gente está esperando la dirección de alguien más común y corriente. Max Weber había advertido que la sociedad industrial se dirigía no hacia un "verano florido" sino a una "noche polar de oscuridad y dificultades" por lo que dijo que era necesario cultivar el liderazgo carismático para prevenir tan funesto futuro.

La participación social puede definirse como.”un proceso mediante el cual se dota de poder a las personas para que puedan movilizar sus capacidades, convertirse en actores sociales antes que en sujetos pasivos, manejar sus recursos, tomar decisiones y controlar las actividades que afectan a sus vidas".  La participación también significa la contribución de individuos, o de grupos de la población activa, a la aceleración del desarrollo económico y social (OIT, 1979).

Además se podría decir que en participación ser parte de una sociedad implica ser parte de la evolución de la misma, no podemos esperar a que la sociedad cambie si no logramos convertirnos personalmente en agentes de cambio, iniciando con nuestro ser para proyectarlo a las personas más cercanas a nosotros, lo cual es la base, ya que de alguna manera se genera un efecto dómino, las actitudes producen reacciones, así que si les ofrecemos una actitud positiva o agradable a los demás, es casí imposible obtener una reacción opuesta.



En el momento en que logremos comprender que cada uno de nosotros es un factor importante en la solución de los grandes conflictos, en ese momento estaremos en la dirección adecuada, no son pequeños actos el conducirnos correctamente en sociedad, no subestimemos nuestra participación.

 Ignacio Martin-Baró define el problema del bien común o bien social en referencia el sector social donde nos situemos la cuestión es desde donde juzgamos la deseabilidad social. (Martin- Baró 1998:317)
En este campo de la psicología social se tendía que central el¿ lo que propia mente es la participación social calificada como la toma de conciencia de uno o varios individuos acerca de la importancia de sus aportes como miembros de una comunidad en la toma y ejecución de decisiones. Los participantes sociales, orientan sus acciones una con respecto a la otra. Se resume como la iniciativa de tomar decisiones para lograr un objetivo en la sociedad o grupo social. No es más que un proceso conjunto a través del cual se plantea una corresponsabilidad entre las autoridades y los integrantes de cada comunidad para enfrentar los problemas que los aquejan. De aquí es donde parte eso que llaman solidaridad social, que no es más que un programa en el cual el gobierno regional y las comunidades trabajan en equipo para resolver de una manera más eficaz las fallas que puedan presentarse en el sector en el que residen y el encargado de que esta labor se lleve a cabo es el promotor social quien comienza su trabajo desde los niveles primarios, es decir, las escuelas.
La participación y el liderazgo son aspectos fundamentales dentro de la psicología, dentro de la cual está la psicología social ramificada con respecto a la comunidad teniendo el nombre de psicología comunitaria, aquí se van a tomar en consideración ya no solo a un individuo aislado sino a su interacción dentro de una comunidad, donde es un sujeto dinámico y para que esta  tenga mejores oportunidades de desarrollo requiere de los conceptos previamente dichos.

La aplicación de la Psicología Social a la solución de problemas comunitarios ha coincidido con el acercamiento de la universidad a la sociedad en general, y a las comunidades marginales en particular. Desde mediados de la década del 70 la conciencia cada vez mayor por parte de los académicos acerca de su responsabilidad social y del aporte que las ciencias sociales podían efectuar sobre la problemática del medio "externo";la Universidad ha marcado una pauta creciente y bien delimitada en estos momentos: sin abandonar una opción ideológico-política hacia los sectores de población más pobres, se ha  tratado de incrementar el conocimiento producido para  nosotros.

En el gobierno actual también se ha dado un mayor atención a sector comunitario es por eso que las universidades también crean personas para trabajar en ese contexto, y así seguir encaminando a personas con más interés a trabajar en estos sectores.

CONCLUSION

Como conclusión final podría decir que tanto la participación como el liderazgo deben ir encaminada de las psicología social para el buen desempeño de la misma, haciendo que los actores no sean solo solos “especialistas” sino la gente con la que se va a trabajar son ellos los que deber ser lideres, tomar decisiones y participara activamente de todos los planes que se puedan efectuar en su contexto.

BIBLIOGRAFIA

  • ·         Prieto  Ruiz, Raquel. (2001), Hacia Escuelas Eficaces para Todos, Madrid:    Narcea.
  • ·         Prahalad y Gary Hame, La competencia esencial
  • ·         de la corporación. Pdf.
  • ·         Recabarren S., Lorena; y Aubry B., Marcel; (2005) Participación social y ciudadana, instituto libertad Chile.
  • ·         ttp://www.biblioteca.org.ar/libros/ge-lider.pdf

miércoles, 28 de marzo de 2012

Fisica cuantica y la conciencia

Por Franborg
Friday 14 may 2010
 
Ni la psicología ni la fisiología han sido capaces de producir un modelo inteligible de cómo los procesos bioquímicos pudieran ser posiblemente transformados en una experiencia consciente.
La física cuántica ofrece algunas luces para comprender la espiritualidad, la conciencia y la existencia de una dimensión trascendente a la cuál el hombre se refiere como "Dios". Materia y conciencia interactúan, siendo ambas componentes elementales del universo, ninguna de las cuáles es reducible a la otra.
El cerebro no es un órgano que genera la conciencia, sino más bien un instrumento evolucionado para transmitir y limitar los procesos de la conciencia y de la atención consciente para restringirlos a los aspectos del entorno material , cruciales para el éxito terrestre del individuo. Fenómenos como la telepatía y la clarividencia serían simplemente ejemplos en los cuáles las limitaciones fueron subyugadas.  A la muerte del cuerpo sobrevive la conciencia una conciencia universal que se nutre y nutre de aquellas conciencias que continúan ligadas a la materia.
Un lente o un prisma no producen la luz, sino solamente la transmite en una forma diferente. Puede entenderse que el cerebro humano  dispone de una capacidad de percepción que le diferencia de aquellos seres vivos que definimos como inferiores. Pero aunque “superior” nuestro cerebro esta lejos de percibir lo que yo definiría como un mundo de modulaciones del cual el margen de frecuencias del espectro electromagnético que reconocemos es apenas un estrato insignificante o poco mas. Si hablamos de la energía del color verde inmediatamente pensaremos en una energía de ámbito anímico no como una energía ponderable y practica desde el punto de vista material. Donde finaliza el mundo de la luz se manifiesta el infrarrojo un especto de calor que si que puede ser medido y es aplicable a nuestras necesidades básicas de supervivencia. En el otro lado de de la gama de los colores se manifiesta el ultravioleta su poder en algunas de sus frecuencias es tan extremo que podría acabar con la totalidad de la vida en el planeta. Esas mismas frecuencias (UVC) son las que emiten la totalidad de nuestros tubos fluorescentes domésticos. Es ahora cuando piensas ¿que me estas diciendo? Pues que sin ese polvillo blanco que recubre el tubo que actúa como filtro seria cuestión de tiempo que sucumbiéramos a la acción cancerigena “real” de la radiación de nuestras habituales lámparas.

Dar la vuelta a las cosas es una manera eficaz de obtener otro punto de vista.
"Todo es material" (lo que implica que lo espiritual, lo ideal, lo inmaterial, no existe). El materialismo entendido de esta forma implica el ateísmo o la negación de que Dios existe (ya que Dios es por definición inmaterial, y lo inmaterial no existe para los materialistas). 

Supongamos formamos parte de una raza mas allá de las estrellas un lugar donde nadie a llegado aún Somos espíritus superiores (Entiendase, pues que estamos por encima de los espíritus simples) Nuestra existencia se ubica en el universo espiritual por tanto no existe la materia y nada es “natural” Pero como espíritus superiores vislumbramos algo que traspasa las fronteras de lo que es cierto algo que llamamos materia.
La materia es el eje en el cual se asienta nuestra religión y nuestra divinidad superior es la esfera. Coleccionar esferas da sentido nuestra existencia. Somos capaces de percibir las formas de las cosas mediante el eco-tacto. Algo que se asemejaría a la visión humana algunos espíritus alcanzan a distinguir una esfera azul de una verde algo que  va mas allá del eco-tacto (se trataría de una experiencia intuitiva espiritual por supuesto). Eso da un nuevo código para alcanzar un nivel superior de conocimiento. Si queremos mantener nuestra colección ordenada. Sin embargo  hace falta un sistema de filtros que nos permita determinar a que grupo corresponden aquellas esferas. Estando limitados por nuestros sentidos que actúan como filtros podemos quedar absueltos por no aceptar criterios de selección que no perciben nuestros sentidos. En consecuencia podría  darse el caso que metidos en el papel seres estelares, que la tierra quedase simplificada como una simple esfera mas, que encajaría en el estante de las esferas azules. 
Si bien mi pretensión de exponer una paradoja es patética mi  reflexión muestra que si adoramos a un dios que es el espíritu superior es razonable que el espíritu superior rinda culto  a la materia. Que no al hombre puesto que nuestra superioridad frente a la naturaleza esta por demostrar.
La realidad es que espíritu y materia van cada uno a su bola y dudo mucho que a medio plazo lleguen a conocerse.

Fisica cuantica y la realidad

La física cuántica confirma que creamos nuestra realidad

La física moderna dice “tú si puedes”

Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo “esotérico”, cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos. Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta creencia.
El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las “tomografías”. Conectando electrodos a este órgano, se determina donde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.
Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro… pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “siente”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? “La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”, afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en el libro “¿y tú qué sabes?”. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.
La farmacia del cerebro
En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin, profesor de física y director del Instituto para la ciencia, la tecnología y la política pública de la Universidad Maharishi, dedicado al desarrollo de teorías del campo unificado cuántico: “hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia…”
En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.
Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. Candance Pert, poseedora de patentes sobre péptidos modificados y profesora en la universidad de medicina de Georgetown, lo explica así: “Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula”.
Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.
Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.
La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.
Mente creadora
Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: “cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”. Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuestos de millones de átomos.
Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.
La realidad molecular
Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde, procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio, generaba caos.
Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías.
La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente. Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa. Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores, reorganizando los átomos de las moléculas.
El valioso vacío atómico
Aunque ya los filósofos griegos especularon con su existencia, el átomo es una realidad científica desde principios de siglo XX. La física atómica dio paso a la teoría de la relatividad y de ahí, a la física cuántica. En las escuelas de todo el mundo se enseña hoy día que el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Su organización recuerda extraordinariamente a la del Universo, unos electrones (planetas) girando alrededor de un sol o núcleo (protones y neutrones). Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente. En palabras de William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío”.
En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo: “Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al respecto; los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. Así que, en lugar de pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades, posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades, así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”.
¿Qué realidad prefieres?
El ya famoso experimento con la molécula de fullerano del doctor Anton Zeillinger, en la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano (estructura atómica que tiene 60 átomos de cárbón) eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente. Este experimento “de ciencia ficción” se realiza hoy día con normalidad en laboratorios de todo el mundo con partículas que han llegado a ser fotografiadas. La realidad de la bilocación, es decir, que “algo” pueda estar en dos lugares al mismo tiempo, es algo ya de dominio público, al menos en el ámbito de la ciencia más innovadora. Jeffrey Satinover, ex presidente de la fundación Jung de la universidad de Harvard y autor de libros como “El cerebro cuántico” y “El ser vacío”, lo explica así: “ahora mismo, puedes ver en numerosos laboratorios de Estados Unidos, objetos suficientemente grandes para el ojo humano, que están en dos lugares al mismo tiempo, e incluso se les puede sacar fotografías. Yo creo que mucha gente pensará que los científicos nos hemos vuelto locos, pero la realidad es así, y es algo que todavía no podemos explicar”.
Quizás porque algunos piensen que la gente “de a pie” no va a comprender estos experimentos, los científicos todavía no han conseguido alertar a la población de las magníficas implicaciones que eso conlleva para nuestras vidas, aunque las teorías anejas sí forman parte ya del dominio de la ciencia divulgativa.
Seguramente la teoría de los universos paralelos, origen de la de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos (dentro de ese abanico de posibilidades-ondas, claro).
En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace milenios, concretamente, en el ámbito de la espiritualidad. Según el investigador de los manuscritos del Mar Muerto, Greg Braden, los antiguos esenios (la comunidad espiritual a la que, dicen, perteneció Jesucristo) tenían una manera de orar muy diferente a la actual. En su libro “El efecto Isaías: descodificando la perdida ciencia de al oración y la plegaria”, Braden asegura que su manera de rezar era muy diferente a la que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, una técnica calcada de la que hoy se utiliza en el deporte de alta competición, sin ir más lejos. Seguramente, muchos han visto en los campeonatos de atletismo cómo los saltadores de altura o pértiga realizan ejercicios de simulación del salto: interiormente se visualizan a sí mismos, ni más ni menos que realizando la proeza. Esta técnica procede del ámbito de la psicología deportiva, que ha desarrollado técnicas a su vez recogidas del acervo de las filosofías orientales. La moderna Programación Neurolingüística, usada en el ámbito de la publicidad, las relaciones públicas y de la empresa en general, coincide en recurrir al tiempo presente y a la afirmación como vehículo para la consecución de los logros. La palabra sería un paso más adelante en la creación de la Realidad, por lo que tenemos que tener cuidado con aquello que decimos pues, de alguna manera, estamos atrayendo esa realidad.
La búsqueda científica del alma
En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor lo explica así en “¿Y tú qué sabes?” de la que se espera la segunda parte en pocos meses: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensacion de ser el observador”. En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par: “Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.
Hoy recuperadas por la física cuántica, muchas de estas afirmaciones eran conocidas en la Antigüedad, como en el caso del “Catecismo de la química superior”, de Karl von Eckartshausen.
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Cuadro 1 Nuestro cerebro: un ordenador que procesa información
A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de 2.000 mil de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?
A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.
Cuadro 2: Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento
El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza “si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.
Cuadro 3: La mecánica de la erección
La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ello. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras… o adictivas. Los más firmes defensores del poder de la visualización llegan a proponer que se puede obtener a través de ella casi todo lo que deseamos.
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